Desde el inicio del gobierno de Donald Trump, la cifra de migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha aumentado considerablemente.
Tan solo en julio, ICE reportó tener bajo custodia a 55 mil 568 personas, lo que representa un incremento del 49% respecto a los 37 mil 317 registrados al cierre de enero. Para hacer frente a esta alza, la administración ha utilizado hasta 150 cárceles locales, además de prisiones federales y nuevos centros de detención.
Una de las instalaciones más recientes es conocida como Alligator Alcatraz, ubicada al oeste de Miami, Florida. A pesar de que ha estado en funcionamiento desde el 3 de julio, esta prisión no aparece en los informes oficiales del ICE.
La falta de transparencia ha sido señalada por organizaciones civiles y académicos, como la profesora Susan B. Long, del proyecto TRAC de la Universidad de Syracuse, quien denuncia que la agencia no ofrece datos completos ni actualizados sobre dónde se encuentran los migrantes detenidos.
De acuerdo con la organización Vera, en junio se registraron 436 sitios "activos" que detuvieron al menos a una persona migrante, lo que representa un incremento del 7.13% frente al 4.07% de enero y un 14.44% más en comparación con el mismo mes de 2024.
Sin embargo, informes independientes, como los de Prison Policy Initiative y The Marshall Project, revelan que hay miles de personas detenidas en instalaciones que no están listadas por ICE.
La mayoría de estas detenciones no están relacionadas con delitos. Según datos de TRAC, el 71.1% de los migrantes detenidos no cuentan con una sentencia criminal. Además, 30 de los 45 centros que reportan detenciones migratorias se encuentran por encima de su capacidad, y en su mayoría son cárceles administradas por condados.
Este fenómeno, aunque más visible bajo la administración de Trump, no es nuevo. Michael Flynn, director del Global Detention Project, recuerda que Estados Unidos ha recurrido durante décadas al uso de prisiones y estaciones de policía para retener a personas por motivos migratorios. Sin embargo, destaca que "los números actuales son realmente impactantes".
A esto se suma el interés económico detrás de la expansión del sistema. Jeff Migliozzi, de Freedom for Immigrants, advierte que ICE recibirá 45 mil millones de dólares hacia 2029 para construir más centros, una cifra 62% mayor a la destinada al sistema federal de prisiones. Nueve de cada diez migrantes están en centros operados por contratistas privados, lo que ha generado cuestionamientos sobre los conflictos de interés que esto representa.
Aunque ICE continúa ampliando su red de detención, el debate sobre la legalidad, la ética y la transparencia de estas prácticas sigue creciendo, mientras miles de personas migrantes permanecen encerradas en condiciones poco claras y muchas veces fuera del escrutinio público.