El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este martes que su Gobierno todavía no ha sostenido reuniones con China sobre los aranceles, pese a haber afirmado lo contrario en semanas recientes.
Durante una conferencia en la Casa Blanca, al lado del primer ministro canadiense, Mark Carney, el mandatario aseguró que los encuentros se realizarán "en el momento adecuado".
"Quieren negociar, quieren tener un encuentro y nos reuniremos con ellos en el momento adecuado. No me he reunido con ellos", declaró Trump. Estas palabras contrastan con las versiones previas emitidas desde su propia Administración, en las que se aseguraba que ya había habido contactos con el gobierno chino, incluso que Trump había hablado con el presidente Xi Jinping, lo cual fue negado por Pekín y no pudo ser aclarado posteriormente por Washington.
El mandatario estadounidense insistió en que la economía china está siendo golpeada por las actuales tensiones comerciales. "Su economía está sufriendo mucho porque no comercian con Estados Unidos y la mayor parte de su dinero proviene de Estados Unidos", afirmó. Según Trump, China no obtiene los mismos beneficios cuando comercia con otros países.
Pese a sus críticas, el presidente aseguró que su Gobierno mantiene una actitud "amistosa" hacia las negociaciones. Utilizó una metáfora particular al comparar a Estados Unidos con "una tienda de superlujo", asegurando que otros países deben estar interesados en hacer tratos con su país y que él está dispuesto a ofrecer "muy buenas ofertas" en los términos adecuados.
"Podemos firmar 25 acuerdos ahora mismo si quisiéramos, pero son ellos los que tienen que firmar con nosotros. Quieren una parte de nuestro mercado. Nosotros no queremos una parte del suyo", comentó Trump, dejando claro que su estrategia comercial no busca abrir mercados en el extranjero, sino proteger el propio.
En cuanto a otras naciones, Trump hizo referencia específica a la India, señalando que sus aranceles se encuentran entre los más altos del mundo. Aseguró que su Gobierno logró que el país asiático aceptara reducirlos hasta eliminarlos por completo, una concesión que, dijo, no habrían hecho por ningún otro líder.
Finalmente, Trump reiteró que Estados Unidos es "flexible" y que está dispuesto a llegar a acuerdos "en algunos casos", siempre y cuando eso no afecte negativamente al comercio nacional. "Queremos ayudar, pero no vamos a aceptar que nuestro comercio se vea perjudicado", concluyó.