Tu celular sabe cómo manipularte… y lo hace

Las apps son como ese cuchillo de cocina afilado: esenciales para cortar bien, pero peligrosas si las usas sin cuidado

Te llega un mensaje por WhatsApp: "Mira este TikTok". Lo abres, te ríes, piensas "uno más y ya"... y de repente, ¡zas! Han pasado 30 minutos, se te hizo tarde para trabajar o se te fue el tiempo para esa actividad que habías planeado.

Otra vez la app te absorbió sin que te dieras cuenta. Te enojas contigo mismo por volver a caer, pero tranquilo, no eres el único.

Esto no es casualidad, ni simple falta de voluntad: las apps están diseñadas para ser adictivas.

Y no lo decimos por exagerar: hay toda una ciencia detrás de cómo capturan tu atención, la retienen y la convierten en tiempo de uso (y de datos) a su favor

Dopamina, likes y scroll infinito

¿Quieres saber por qué caemos una y otra vez en ese scroll infinito? A continuación te lo explicamos.

Los desarrolladores de aplicaciones no solo crean plataformas funcionales: diseñan experiencias que activan la dopamina, la sustancia química responsable del placer que se libera cuando haces algo que disfrutas.

¿Cómo lo logran? A través de recompensas variables, como los likes o notificaciones sorpresa. No sabes cuándo llegarán ni cuántos serán, y justo eso las hace irresistibles: es el mismo mecanismo que usan las máquinas tragamonedas.

 Dale play a un video gracioso en TikTok y lo vas a sentir. Verás otro, y otro más, y sin darte cuenta ya pasaron 40 minutos entre trends, chismes y filtros graciosos de sirenas

El algoritmo quiere tu atención (y tu tiempo)

Y por si fuera poco, entra en acción el temido scroll infinito: ese movimiento sencillo de deslizar el dedo hacia abajo que te lleva sin esfuerzo al siguiente video.

Esto, junto con notificaciones constantes tipo "Tu amigo X compartió un video", "Selena Gomez acaba de subir algo" o "No te pierdas esta tendencia", activa en ti una sensación de urgencia: la de estar siempre conectado.

Todo esto se potencia con el algoritmo, que va afinando lo que ves según lo que más te engancha. Resultado: cada vez que abres la app, es una experiencia personalizada y gratificante.

Estas tácticas están pensadas para aprovechar un estado psicológico llamado "flow", cuando te concentras tanto en algo que pierdes la noción del tiempo

México y su celular: cifras que hablan

Para 2022, en México había más de 88 millones de usuarios de smartphones, según datos de la plataforma HelloSafe, que realizó un sondeo para conocer la relación de los mexicanos con su celular.

Si te consideras una persona adicta al teléfono, no estás solo: al menos 26 millones de mexicanos también lo admiten. De hecho, el 27% de las personas entre 16 y 25 años dicen que no pueden imaginar su vida sin el celular, y pasan más de 5 horas al día frente a la pantalla.

Esto no es gratis. El uso excesivo puede traer ansiedad, estrés y fatiga mental. Pero también afecta al cuerpo: vista cansada o borrosa, dolor de cuello y espalda.

Y quizás lo más grave no tenga cura, ni con gotitas para los ojos, ni con mensajes motivacionales, ni con terapia exprés: el tiempo que no regresa.

Horas que podrías dedicar a descansar bien, convivir con otros, moverte, leer... o simplemente aburrirte, que también es sano

Recordando el propósito original de las apps

La creación de las aplicaciones nació con un objetivo claro: facilitar tareas específicas y mejorar la experiencia del usuario en dispositivos móviles y otros aparatos electrónicos.

Al principio, eran funciones básicas, como agendas o contactos, pero la hiperconexión las llevó a evolucionar y multiplicarse por todos lados.

Por eso, no olvides ese propósito original y aprende a identificar cuáles apps realmente te facilitan la vida... y cuáles la controlan

¿Cómo saber si una app sí te ayuda?

La Red de Adaptaciones Laborales (JAN, por sus siglas en inglés) ofrece estos criterios para saber si una app te facilita la vida:

• Ahorra tiempo: Automatiza procesos, como las apps de gestión de tareas.

• Organiza: Ayuda a estructurar calendarios, listas o proyectos.

• Conecta: Facilita la comunicación sin ser invasiva.

• Respeta tu privacidad: Tiene políticas claras de protección de datos (como las de Apple Developer).

• Se alinea con tus necesidades: Resuelve problemas sin crear distracciones innecesarias.

Más apps que sí valen la pena

Apps como Google Calendar o WhatsApp pueden ser súper útiles, siempre y cuando las uses con moderación y evalúes cómo impactan en tu rutina.

Pero no son las únicas. Hay muchas apps que, bien usadas, realmente te facilitan la vida:

• Si batallas con la ansiedad o te cuesta dormir, Headspace o Calm te ofrecen meditaciones y sonidos para relajarte.

• ¿Quieres aprender algo nuevo sin saturarte? Prueba Duolingo, Coursera o Blinkist, que resumen libros clave en 15 minutos.

• Si lo tuyo es la productividad, Notion organiza todo tu caos mental en un solo lugar, y Forest bloquea las distracciones mientras "cultivas" árboles digitales.

• Para cuidar tu cuerpo, MyFitnessPal y FitOn pueden ayudarte con rutinas saludables.

• Incluso hay apps como WaterMinder que solo te recuerdan lo básico: "¡toma agua!".

La clave está en esto: si una app te da más tiempo del que te quita, si mejora tu salud o te hace crecer de alguna forma, entonces no es un enemigo, es una herramienta

¿Y si ya estás atrapado? Así puedes salir

Ahora, si una app te bombardea con notificaciones que interrumpen lo esencial, te genera ansiedad si no la revisas, te roba horas sin un propósito claro y hasta afecta tu sueño porque la usas de noche, o peor, te hace procrastinar en el trabajo o en los estudios solo para estar "5 minutos más"... ahí, amigo, la app está controlando más que tú a ella.

Y eso, no es un juego. Ten cuidado.

Herramientas para recuperar el control

Pero tranquilo, controlar el uso de las apps sí es posible gracias a varias herramientas que ya tienes a la mano. Por ejemplo, muchos celulares cuentan con modos como "Modo Concentración" o "No molestar", que silencian notificaciones y restringen el acceso a ciertas apps cuando más necesitas foco.

Y si tu celular no lo trae, hay apps como Freedom o AdBlock que hacen esa chamba de limitar el acceso a apps específicas.

También puedes poner horarios para tu uso digital, usando funciones como Screen Time, que te ayudan a limitar el tiempo en ciertas aplicaciones y a apagar la reproducción automática para que no consumas videos o animaciones sin darte cuenta.

Estas estrategias fomentan un uso más consciente, pero ojo: la clave está en tu disciplina para mantenerlas efectivas

Desconéctate para reconectar

Y si quieres dar un paso más allá y desconectarte un poco del mundo digital, apuesta por métodos clásicos que nunca fallan:

• Agendas físicas para organizar tus tareas y citas.

• Caminatas o yoga para meditar y reducir el estrés.

• Libros en papel para descansar la vista de la pantalla azul.

• Charlas cara a cara para fortalecer relaciones.

• Hobbies sin pantalla, como manualidades, deportes o escribir.

Controlar tu uso digital te dará más productividad al eliminar distracciones, mejorará tu salud mental al bajar la ansiedad, y lo mejor, te regalará tiempo para lo que realmente importa: estar presente con quienes quieres y contigo mismo