Todos los extranjeros que ingresen a Estados Unidos deberán pagar una tarifa extra de al menos 250 dólares, pese a tener su visa, este costo fue aprobado en la reciente ley presupuestaria del presidente Donald Trump, que se sumará a los valores ya establecidos.
El nuevo cobro conocido como "tarifa de integridad de visa" va dirigido a todos los extranjeros que ingresan al país con una visa que no sea de inmigrante como de turistas, visa de negocios, y estudiantes internacionales.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo a medios locales que la tarifa se estableció "para apoyar" las prioridades del Gobierno del presidente Donald Trump en materia migratoria.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que la nueva tarifa podría reducir el déficit federal en 28 mil 900 millones de dólares durante los próximos diez años.
El Departamento de Seguridad Nacional tiene la potestad de aumentar la tarifa actual, según la disposición firmada por el mandatario el pasado 4 de julio. La tarifa se ajustará según la inflación.
El pago se requerirá al momento de la emisión de las visas y no habrá exenciones de tarifas para personas de bajos recursos.
Aunque los solicitantes de visas podrán pedir un reembolso de la tarifa una vez que su documento expire, esto solo será posible si cumplieron con todas las condiciones de su visado. Es decir, deben respetar el tiempo de estadía permitido y abstenerse de realizar trabajos no autorizados, entre otras reglas.
CBO como muchas de estas visas tienen una vigencia de varios años, la mayoría de los titulares no serían elegibles para pedir un reembolso sino hasta mucho tiempo después de haber pagado la tarifa.
El Consejo Americano de Inmigración (AIC, en inglés) dijo en un comunicado que estas "elevadas" tasas bloquean el acceso a estos servicios a personas que no pueden costear los pagos extra.