La convocatoria a una nueva marcha del movimiento conocido como "Generación Z" ha encendido la alerta en México, ya que coincidirá con el tradicional desfile militar del 20 de noviembre.
La preocupación surge después de que la movilización del pasado sábado terminara con un saldo de alrededor de 20 policías y 100 civiles heridos, lo que dejó un ambiente tenso de cara a la próxima protesta.
En redes sociales, el movimiento difundió nuevamente su llamado a las calles con el mensaje: "Se repite la marcha. 20 de noviembre. México no se rinde, mexicanos al grito de guerra; Generación Z no se rinde". El grupo asegura no tener vínculos partidistas y afirma que busca "mayor representación popular en el Congreso, combate a la corrupción y un fortalecimiento de la seguridad local con supervisión ciudadana", especialmente ante la violencia relacionada con el crimen organizado en algunas regiones del país.
Ante el anuncio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) modificó la ruta del desfile cívico-militar de este año y decidió recortar el trayecto. Normalmente, el desfile inicia en el Zócalo y termina en el Campo Militar Marte, recorriendo buena parte del Paseo de la Reforma. Sin embargo, esta vez el recorrido quedará reducido a aproximadamente tres kilómetros para disminuir riesgos y evitar cruces con la manifestación.

El movimiento Generación Z llamó a marchar a las 11:00 horas, el mismo día y a la misma hora en que la presidenta Claudia Sheinbaum encabezará el desfile militar. La mandataria defendió el derecho a la protesta durante su conferencia matutina del martes, aunque rechazó los hechos violentos que ocurrieron en la protesta anterior. "Vamos a ver cómo se desarrolla en estos días, no vamos a caer en provocaciones", afirmó.
Sheinbaum también ha señalado que los organizadores de este colectivo están presuntamente financiados por "la derecha internacional" y sostiene que el movimiento tiene poco respaldo entre los jóvenes mexicanos. Estas declaraciones han generado reacciones divididas, especialmente después de los enfrentamientos ocurridos el sábado pasado frente a Palacio Nacional.

En esa movilización, los choques entre elementos de la Policía y un grupo de encapuchados dejaron un saldo de 20 civiles y 100 policías heridos, además de alrededor de una veintena de detenidos. Las imágenes del enfrentamiento circularon ampliamente en redes sociales, alimentando la discusión sobre el papel de la autoridad y los límites de la protesta social.
La formación Somos México, que busca convertirse en partido político y que estuvo presente en la marcha anterior, pidió actuar "con prudencia" ante la nueva convocatoria. También hizo un llamado a evitar que el Ejército sea involucrado en las protestas, especialmente ahora que coincide con una fecha de relevancia histórica para el país.
Con el antecedente reciente y la coincidencia con el desfile militar, el ambiente previo al 20 de noviembre se mantiene en tensión. Las autoridades esperan evitar nuevos enfrentamientos, mientras que el colectivo Generación Z insiste en que continuará presionando para que sus demandas sean escuchadas.