Visas canceladas a funcionarios que apoyan misiones médicas cubanas

Estados Unidos ha decidido retirar las visas a varios funcionarios de gobiernos centroamericanos por su colaboración con las misiones médicas cubanas, según anunció el secretario de Estado, Marco Rubio

Aunque no se dieron a conocer los nombres de los afectados, la medida busca sancionar a quienes, según Washington, participan en la contratación de médicos cubanos bajo condiciones que la administración estadounidense considera como "trabajo forzado".

Rubio explicó que el programa de exportación de mano de obra cubana, especialmente en el sector salud, "abusa de sus participantes, enriquece al corrupto régimen cubano y priva a los ciudadanos de la isla de la atención médica esencial que tanto necesitan".

Con estas restricciones de visado, Estados Unidos pretende enviar un mensaje claro sobre su compromiso con la defensa de los derechos humanos y laborales en todo el mundo.

Además, el secretario de Estado instó a otros países a tomar medidas similares para frenar lo que considera una explotación de los trabajadores cubanos

Esta decisión no es aislada. En febrero, el gobierno estadounidense ya había ampliado su política de restricción de visas contra personas y funcionarios que, a su juicio, se benefician de la "explotación laboral" de los trabajadores cubanos en el extranjero, incluyendo a quienes organizan y gestionan estas misiones médicas.

Las sanciones también pueden extenderse a familiares directos de los funcionarios implicados.

Por su parte, el gobierno cubano rechaza tajantemente estas acusaciones. La Habana defiende que su programa de cooperación médica es una de sus principales fuentes de ingresos y una muestra de solidaridad internacional.

Considera las denuncias de Washington como parte de una "campaña" en su contra y en contra de sus profesionales de la salud. De hecho, líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom), que dependen en gran medida del personal médico cubano para sus sistemas de salud, han salido en defensa de estos programas y niegan que se trate de explotación laboral.

En el trasfondo de esta polémica está el endurecimiento de la política estadounidense hacia Cuba desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, con la restauración de sanciones y la inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo