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21 de Mayo del 2025
Cultura

Zonas arqueológicas mexicanas: guardianes del tiempo y la cultura

Zonas arqueológicas mexicanas: guardianes del tiempo y la cultura

México es reconocido en todo el mundo por su gastronomía y por su impresionante riqueza arqueológica. Solo en 2024, más de dos millones de personas visitaron Chichén Itzá, en Yucatán


Aunque este es uno de los sitios más populares, en realidad existen más de cincuenta y tres mil zonas arqueológicas repartidas por todo el país? y de muchas de ellas, casi no se habla.


Si te interesa descubrir dónde se encuentran estos vestigios del pasado, saber qué estados concentran más sitios arqueológicos y conocer un poco de la historia que guardan, esta nota es para ti.



Quién sabe, quizá encuentres tu nuevo destino favorito para explorar México desde sus raíces



Las zonas arqueológicas son espacios que conservan evidencia de actividades humanas del pasado, ya sean prehistóricas, históricas o casi contemporáneas.


La enorme cantidad de sitios que existen en México se debe a que este territorio fue hogar de numerosas culturas prehispánicas: olmecas, mayas, mexicas y muchas más. Todas ellas dejaron un legado material invaluable: monumentos, asentamientos, objetos y vestigios que narran su forma de vida.


El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es la institución encargada de resguardar 194 zonas arqueológicas que están abiertas al público -de las más de cincuenta y tres mil que existen-, con el objetivo de planificar medidas de emergencia ante desastres naturales o provocados, prevenir y mitigar daños, y combatir el tráfico de bienes culturales.



En 31 de los 32 estados que conforman la República Mexicana -con excepción de Aguascalientes- es posible encontrar vestigios de culturas prehispánicas



Los tres estados que más zonas arqueológicas concentran son: Quintana Roo y el Estado de México, ambos con 18 sitios, seguidos por Yucatán con 17, y en cuarto lugar Campeche con 16.


Esta concentración se debe a que fueron centros políticos, económicos y religiosos clave para las civilizaciones que en algún momento habitaron esos territorios.


Yucatán, Quintana Roo y Campeche formaron parte del corazón de la civilización maya, con ciudades enormes repletas de pirámides, templos y palacios. Además, su ubicación en la selva y el clima tropical ayudaron a conservar estos vestigios, convirtiéndolos en verdaderos museos al aire libre.


Por otro lado, aunque el Estado de México no es peninsular, fue el hogar de civilizaciones poderosas como los mexicas y otras culturas prehispánicas que dejaron sitios arqueológicos emblemáticos, como Teotihuacán.



En contraste, los estados del norte de México -como Sonora, Sinaloa y Nuevo León- concentran solo una zona arqueológica cada uno. San Luis Potosí y Colima cuentan con dos sitios, mientras que Tamaulipas y Zacatecas tienen tres



Según el INAH, en 2023 los sitios arqueológicos más visitados en México fueron Chichén Itzá con más de 2.3 millones de visitantes, y Teotihuacán con casi 1.8 millones. Por eso son los lugares más populares para quienes aman la historia.


Pero ojo, que hay un montón de sitios arqueológicos menos conocidos, algunos recién descubiertos, que también tienen historias increíbles y merecen toda la atención.


A continuación te contamos sobre algunas


  • Chichen Itzá, Yucatán (La ciudad al borde del pozo de los Itzáes)


"Descubierta" para el mundo en 1840 por John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, Chichén Itzá fue nombrada en 2007 por la UNESCO como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.


Este reconocimiento, sumado al famoso fenómeno de luz y sombra que ocurre durante los equinoccios, la ha convertido en la zona arqueológica más visitada de México.


Cuando el sol sube en el horizonte, va iluminando una parte del basamento y crea triángulos de luz y sombra que parecen bajar hacia la cabeza de una serpiente.


Este efecto se logra gracias a la forma y orientación del edificio, y demuestra el gran conocimiento astronómico y arquitectónico de los mayas, una de las culturas más estudiadas por estos logros, además de su organización política y uso de recursos


Chichén Itzá se divide en dos grandes secciones: Chichén Antiguo y el Nuevo Chichén. En la primera, puedes explorar unas 6 estructuras mayas destacadas; en la segunda, se concentran alrededor de 20 ruinas más.



En total, el sitio alberga 26 vestigios arquitectónicos que revelan el esplendor de esta civilización



  • Teotihuacán, Estado de México (Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses)


Reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987, Teotihuacan fue uno de los centros urbanos más grandes e influyentes del mundo antiguo.


Ubicada en un valle rico en recursos naturales, esta ciudad fue la sede del poder de una de las sociedades más influyentes en los ámbitos político, económico, comercial, religioso y cultural: la civilización teotihuacana.


En la zona norte del valle se erigen dos de sus estructuras más emblemáticas: la Pirámide del Sol, construida en una sola etapa como un gran montículo de tierra revestido de piedra, y la Pirámide de la Luna, conformada por una sucesión de siete edificios superpuestos, cada uno más grande que el anterior.


A unos dos kilómetros hacia el sur se encuentra el Templo de Quetzalcóatl, también conocido como la Serpiente Emplumada, y un espacio abierto conocido como el Gran Conjunto, que probablemente funcionó como mercado central de la ciudad.


Aunque fue redescubierta por los mexicas (aztecas) en el siglo XIV ?quienes quedaron impresionados por sus ruinas? no fue sino hasta 1910 cuando comenzaron las excavaciones arqueológicas formales.



Posteriormente, durante la década de 1920, se hallaron tumbas, restos humanos y vestigios ceremoniales, lo que permitió conocer más sobre la complejidad ritual y social de esta antigua metrópoli



  • Cantona, Puebla (Sin significado establecido)

Este sitio arqueológico es el más grande de México, con 453 hectáreas habitables. Actualmente, cuenta con 24 unidades arquitectónicas, tres vías de circulación, ocho unidades habitacionales, un acceso con fortín a la Acrópolis, cuatro juegos de pelota (más una cancha adicional), tres plazas cerradas con pirámides y un palacio, todos estos espacios ya explorados y habilitados para su estudio y visita.


Contemporánea de Teotihuacan, en su zona más alta se encuentran las principales estructuras asociadas al poder político, económico y religioso, así como las viviendas de sus líderes.


Hasta la fecha, no se ha podido identificar con certeza qué cultura habitó este lugar, aunque se cree que estuvo ocupada por grupos de origen otomangue, posiblemente relacionados con los totonacas o popolocas.


Una de sus características más singulares es la ausencia de templos elevados, lo cual es inusual para la época. Por esta razón, se ha planteado la hipótesis de que fue una sociedad más centrada en lo militar que en lo religioso.



Durante su auge, fue la ciudad más grande e importante del Altiplano Central, hasta que fue abandonada tras las invasiones chichimecas en el siglo XI



  • La Quemada, Zacatecas (El término se refiere a los restos quemados hallados al sacar piedra para construir la hacienda)


Este lugar, descrito por el INAH como "el asentamiento monumental más relevante del centro-norte de México", fue habitado por los chalchihuites, un grupo cultural que formaba parte de los tolteca-chichimecas.


La Quemada funcionó como un importante centro cívico-religioso y fortaleza. Está compuesta por numerosas plataformas de mampostería de diversas dimensiones, adheridas al cerro, que sirvieron como basamentos para las estructuras superiores.


Entre sus principales construcciones destacan un gran Salón de Columnas con su plaza, una cancha tradicional para el juego de pelota en forma de "I", y un basamento piramidal conocido como la Pirámide Votiva. Además, el resto del cerro fue adaptado con grandes terrazas para nivelar el terreno y construir varias plazas y salones amplios.


La extensa red de calzadas prehispánicas que conectan La Quemada con asentamientos menores a su alrededor es una clara muestra de su poder y control. Por estas vías circulaban tributos y recursos que sostenían a la población, además de las procesiones religiosas para honrar a sus deidades.



Tras su abandono en el siglo IX, la zona fue reconocida por los pueblos nahuas como Chicomóztoc, el mítico lugar de origen ?es decir, la cueva de donde surgieron sus antepasados


  • Valeriana, Campeche


Este sitio arqueológico es uno de los más recientes descubrimientos, por lo que aún no está abierto al público. Fue localizado gracias a la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), un sistema láser que permite cartografiar áreas ocultas bajo la vegetación, capturando millones de puntos para crear modelos tridimensionales de alta resolución.


Este hallazgo ha permitido a los arqueólogos comprender mejor el patrón de urbanización maya, que combina zonas de alta densidad habitacional con áreas reservadas para la producción agrícola, mostrando una organización sorprendentemente avanzada.


Dado que su descubrimiento fue en octubre de 2024, los estudios continúan, y lo siguiente será profundizar en el análisis mediante excavaciones y otras técnicas que complementen los datos de LiDAR, para confirmar detalles sobre la organización y la vida cotidiana en estas antiguas ciudades mayas.



Estos lugares, debido a su importancia histórica y a los daños ocasionados tanto por el paso del tiempo como por la intervención de la Nueva España -que en muchos casos construyó sobre ellos-, son protegidos por el INAH. Gracias a su labor, la mayoría de los sitios bajo su resguardo pueden ser visitados por el público



Actualmente, es posible acceder como turista a 181 zonas arqueológicas. Solo 13 están cerradas, ya sea por estar en proceso de investigación, por motivos de seguridad para los visitantes o por requerimientos de conservación.


Algunos sitios necesitan condiciones específicas de temperatura, humedad y exposición para preservar su estado original; abrirlos al público podría alterar estos factores y acelerar su deterioro.


El costo de entrada a la mayoría de las zonas arqueológicas oscila entre 75 y 300 pesos, aunque algunas son gratuitas, como el sitio conocido como Cuarenta Casas, ubicado en Chihuahua.



Si no puedes visitar estos lugares, el INAH ofrece recorridos virtuales gratis. Solo da clic aquí para conocerlos desde casa



La mayoría de los sitios arqueológicos se esconden entre árboles y fauna, guardianes silenciosos de una majestuosidad ancestral que sigue viva en cada piedra.


Pero también hay quienes resisten en medio de la modernidad, donde el pasado y el presente se juntan, creando escenas únicas que nos invitan a reflexionar sobre nuestra conexión con la historia.


Así que, sin importar qué historia quieras descubrir o qué tan cerca estés de estos lugares, abrirte a ese encuentro es darle valor a nuestras raíces y al mismo tiempo construir puentes para el futuro.



Porque conocer el pasado no es solo un viaje en el tiempo, sino una forma de entender quiénes somos hoy y hacia dónde queremos ir





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