Fue durante la pandemia y ante la falta de empleo que Bruno Lamas Díaz decidió emprender se negocio de venta de pizzas, boneless, alitas, hamburguesas y otros alimentos.
Empezó como una dark kitchen con la intención de apoyar económicamente a la familia y ahora ya lleva dos años y medio en esto.
"yo egresé en pandemia, mi último semestre me tocó hacerlo en pandemia y la falta de movilidad/ tener que buscar una alternativa y tener que aportar en casa porque mi hermano pierde el trabajo, mi papá pierde el trabajo y era la necesidad de que todos teníamos que aportar".
Bruno comparte que inició desde cero, con la oportunidad de un local cerca de casa, completamente destruido y que tuvo que construir poco a poco.
"Tiene sus altibajos, sus procesos buenos, sus procesos malos, no te voy a mentir el primer año fue muy duro porque fue iniciarlo literalmente sin nada/aprender a hacer pizzas desde cero, empezar a hacer todo, empezamos con un pequeño horno, una mesa y un pequeño refrigerador".
La constancia y el apoyo de su familia, amigos y hasta desconocidos, ha sido fundamental para que Bruno, junto con su negocio vayan creciendo día a día.
"A mí me divierte muchísimo porque tengo la meta de cada mes hacer algo nuevo o crecer de alguna forma, entonces nos tienes ahí a todos buscando ideas, buscando formas, buscando nuevas cosas de qué podemos hacer, a veces pegan, a veces no la verdad pero siempre es un proceso divertido".
Ahora ya se encuentra en planes de abrir su primera sucursal en un espacio más amplio y concurrido, donde puedan ofrecer un mejor servicio a sus clientes.
Lamas Díaz además envió un mensaje para los jóvenes que aún no se atreven a emprender por miedo o inseguridad.
"Que lo hagan con miedo, que no importa pero que lo hagan, que se arriesguen, que la rieguen y estén conscientes que van a fracasar, pero va a ser un fracaso de un día y duras 24 horas y al siguiente le tienen que volver a entrar/hacer todo conscientemente y no desistir".