La imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos podría desencadenar una crisis económica en México y Canadá. Este martes, la administración de Donald Trump aplicó un arancel del 25% a las importaciones de ambos países, además de un impuesto del 10% sobre la energía canadiense. La medida no solo encarece los productos exportados a EE.UU., sino que también amenaza con desacelerar la producción y generar incertidumbre en los mercados.
Aunque tanto México como Canadá anunciaron represalias comerciales, su dependencia del comercio con Estados Unidos los deja en una posición vulnerable. Estados Unidos representa el principal destino de exportación para ambos países, lo que significa que cualquier barrera arancelaria podría tener consecuencias económicas severas.
En 2022, la tasa máxima de aranceles en México fue de 75% y el promedio de todos los productos fue de 2.69%. La economía mexicana podría contraerse 1.5% en 2025 si Estados Unidos mantiene aranceles del 25% a las importaciones de México.
Uno de los sectores más afectados en México será la industria automotriz, que está estrechamente ligada al mercado estadounidense. En 2019, EE.UU. importó 87,000 millones de dólares en vehículos y 64,000 millones de dólares en autopartes desde México.
En el caso de Durango, la industria maderera enfrenta un escenario incierto. El incremento en costos podría hacer que la madera duranguense pierda competitividad en el mercado estadounidense, obligando a los productores a buscar alternativas dentro de México, donde los márgenes de ganancia son menores.
Las medidas arancelarias de EE.UU. no solo tensan las relaciones comerciales, sino que amenazan con transformar el panorama económico de la región.