Aunque las autoridades han intervenido, los esfuerzos han sido insuficientes. Comerciantes exigen una estrategia efectiva que aborde la seguridad y las causas del problema, como la pobreza y la salud mental, antes de que la situación se agrave aún más.
El aumento en el número de personas en situación de calle preocupa a comerciantes y ciudadanos, no solo por el impacto social, sino por los casos de agresiones que han ido en aumento. Beatriz Zamora, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (CANACOPE), señaló que esta problemática ha sido expuesta en diversas mesas de diálogo, pero no se ha logrado contener.
Según Zamora, muchos de los indigentes que han llegado recientemente a la zona son foráneos y algunos portan armas blancas, lo que genera un ambiente de inseguridad. Además, mencionó que, en varios casos, estas personas también han estado involucradas en robos.
Si bien las autoridades han brindado apoyo, los esfuerzos no han sido suficientes para atender la situación de manera integral. La falta de acciones contundentes ha convertido ciertos puntos de la ciudad en focos de riesgo que no pueden ser ignorados.
El llamado de los comerciantes es claro: se requiere una estrategia efectiva que garantice la seguridad sin descuidar el enfoque social de esta crisis. La indigencia no solo es un problema de seguridad, sino también de salud pública y derechos humanos. Atenderlo con medidas aisladas no resolverá la raíz del conflicto.
La presencia de personas en situación de calle seguirá en aumento si no se implementan políticas que aborden las causas de fondo, como la pobreza, la falta de acceso a vivienda y los problemas de salud mental. Mientras tanto, los comerciantes y ciudadanos exigen una respuesta concreta ante el riesgo creciente en las calles.