Hoy más que nunca, es importante reflexionar sobre nuestros hábitos de movimiento diario. En general, en México y en muchas partes del mundo la actividad física ha disminuido considerablemente en los últimos años, especialmente a raíz de estilos de vida más sedentarios marcados por largas jornadas frente a pantallas, el uso excesivo del automóvil y la falta de espacios accesibles para ejercitarse.
Según la Organización Mundial de la Salud, una persona adulta debería realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, lo que equivale a unos 30 minutos al día, cinco días a la semana. Sin embargo, muchas personas no alcanzan ni siquiera la mitad de esa recomendación.
En niños y jóvenes, la situación también es preocupante: la inactividad física está relacionada con problemas de salud como el sobrepeso, la obesidad, enfermedades cardiovasculares y una disminución en el bienestar emocional.
La buena noticia es que nunca es tarde para activarse. Caminar, bailar, andar en bicicleta, subir escaleras o jugar con tus hijos en el parque son formas sencillas y efectivas de empezar a mover el cuerpo. No se trata de ser atletas de alto rendimiento, sino de integrar el movimiento a nuestra vida cotidiana.