Este viernes 18 de julio se esperan lluvias intensas y altas temperaturas en varias regiones del país, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Las zonas más afectadas por las precipitaciones serán el occidente, noroeste, noreste, oriente, centro y sur de México, donde podrían registrarse tormentas acompañadas de descargas eléctricas y caída de granizo.
Las lluvias más intensas se pronostican en Sinaloa y Nayarit, especialmente en sus zonas centro y norte, donde podrían acumularse hasta 150 milímetros de agua. También se esperan lluvias muy fuertes en Chihuahua, Durango y Jalisco, mientras que estados como Sonora, Veracruz, Chiapas, Tabasco y toda la península de Yucatán tendrán chubascos y precipitaciones fuertes.
Además de las lluvias, el calor seguirá presente en varias regiones. Las temperaturas más altas, de entre 40 y 45 grados, se esperan en el noreste de Baja California, el centro y noroeste de Sonora y el noreste de Chihuahua. En estas zonas, el ambiente será extremadamente caluroso durante el día.
El calor también afectará a otros estados como Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, donde se esperan temperaturas de hasta 40 grados. En tanto, entidades como Jalisco, Nayarit, Colima y Morelos tendrán máximas de entre 30 y 35 grados.
En la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla, Hidalgo y otras entidades del centro del país se esperan chubascos con posibles tormentas aisladas. Aunque las precipitaciones podrían no ser tan intensas como en el noroeste, sí podrían estar acompañadas de relámpagos y fuertes ráfagas de viento.
Ante este panorama, se recomienda a la población tomar precauciones, tanto por las lluvias como por el calor. Usar ropa ligera, mantenerse hidratado, evitar salir en las horas de mayor radiación solar y mantenerse atento a los avisos de Protección Civil puede hacer la diferencia.
Las autoridades meteorológicas recordaron que las lluvias intensas pueden provocar inundaciones, deslaves y encharcamientos en zonas urbanas, mientras que las altas temperaturas aumentan el riesgo de golpes de calor, especialmente en niños, personas mayores y quienes realizan actividades al aire libre.