Niñas, niños y adolescentes vive en Guanajuato, en una total desprotección al estar privados de la libertad sus madres y padres.
La violencia sexual, la violencia física y la violencia psicológica, repuntaron en el 2024 en contra de las infancias de los municipios de León y de Guanajuato.
Se dieron un total de 386 atenciones y en el tema de genero la mayoría fueron mujeres entre los 12 y los 17 años.
En León se atendieron a 96, de las cuales 65 atenciones fueron para mujeres, entre los 12 y los 17 años, tan solo en el primer trimestre del 2024.
En tanto a las adolescencias que se les conoce como NNAPES (Niñas, Niños y Adolescentes con Referentes Adultos Privados de la Libertad), se les impide desarrollarse, en un entorno de vulnerabilidad donde no existe en el estado un protocolo que garantice el bienestar de las infancias ni las rutas claras de atención.
En muchos de los casos, los menores quedan bajo la tutela informal de un familiar sobre todo de los abuelos, tíos o hasta en última instancia de vecinos, pero sin un respaldo legal que les permita inscribirlos en la escuela, autorizar tratamientos médicos o solicitar apoyos como becas escolares.
A esto se suma la nula atención psicológica, especialmente necesaria para procesar el duelo por la separación forzada.
Aunque Guanajuato no es el único estado con esta problemática, el rezago es evidente frente a ejemplos como el Estado de México, donde ya se implementa un protocolo de atención, o Guatemala, que ha reconocido legalmente a esta población.