El modelo de vivienda vertical impulsado por el gobierno federal a través del programa Viviendas del Bienestar podría fracasar en Los Mochis, advirtió Cecylhí Angulo, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en la localidad. Aseguró que este tipo de desarrollos no responde a las necesidades ni al estilo de vida de las familias locales.
Explicó que la construcción en régimen de condominio, con edificios de hasta cuatro niveles, se decidió como una estrategia para reducir costos, ya que al dividir el valor del terreno entre varias unidades, se logra ofrecer precios por debajo del millón de pesos. Las viviendas están estimadas entre los 550 mil y 700 mil pesos, no obstante esto está lejos de la preferencia de la ciudadanía.
"Entiendo que es la única manera de ofrecer casas a ese precio, pero no creo que sea lo más atractivo para el usuario", expresó.
La dirigente señaló que en Los Mochis existe una fuerte preferencia por viviendas unifamiliares que cuenten con patio, cochera y pasillo lateral, debido a razones de privacidad, ruido, seguridad y comodidad.
"Aquí estamos acostumbrados a vivir con espacio propio, sin vecinos pegados. La falta de privacidad en un edificio, el ruido y el mantenimiento compartido de áreas comunes complican la convivencia", afirmó.
Aunque reconoció que no hay alternativas en ese rango de precio, Angulo subrayó que si existieran casas individuales accesibles, "se venderían todas". Sin embargo, ante la falta de estudios de mercado, no hay certeza sobre qué tan aceptado será este modelo entre los derechohabientes.
Advirtió que aunque muchas personas optarán por estas viviendas por necesidad, su funcionalidad y aceptación a largo plazo están en duda.
"Es un producto que se va a vender por necesidad, no por preferencia. El riesgo es que no se ocupe o no funcione como se espera", concluyó.
En Los Mochis se contempla construir 3,500 viviendas en la primera etapa del programa, una cifra significativa que, para la AMPI, no garantiza el éxito del proyecto si no se toma en cuenta el contexto social y cultural de la región.