El líder de la Asociación de Productores de Limón del Valle de Apatzingán, Bernardo Bravo Manríquez, fue encontrado muerto la mañana del lunes 20 de octubre en un camino que conduce a la comunidad Los Tepetates, en Michoacán.
Su cuerpo presentaba huellas de tortura y estaba dentro de su propio vehículo, informó la Fiscalía General del Estado de Michoacán.
Según las primeras investigaciones, Bravo Manríquez fue privado de la libertad por sujetos armados la tarde del domingo, en una orilla de la cabecera municipal. Posteriormente, fue trasladado a la localidad de Cenobio Moreno, donde fue torturado y asesinado. Cerca de las 21:40 horas, los criminales abandonaron la camioneta con el cuerpo.
El líder limonero, de 41 años, había denunciado públicamente extorsiones y amenazas por parte del crimen organizado, especialmente del Cártel de Los Viagras, y convocaba a los productores de limón a resistir los cobros ilegales que afectaban la comercialización de su producto.
Bernardo Bravo Manríquez era el quinto productor de limón asesinado en poco más de un año, tras un aumento en las protestas de los agricultores contra las extorsiones criminales. Otros líderes del gremio, como José Luis Aguiñaga Escalera y Ramón Paz Salinas, también habían sido asesinados en hechos violentos vinculados a la producción de limón.
El homicidio de Bravo Manríquez recuerda el destino trágico de su padre, Bernardo Bravo Valencia, quien fue asesinado años atrás de manera similar: secuestrado, torturado y abandonado dentro de su camioneta. El líder limonero deja atrás a su madre, esposa, hijos y tres hermanos.
Tras los hechos, productores locales señalaron que el Cártel de Los Viagras habría cometido el asesinato para enviar un mensaje intimidatorio a quienes se oponen a pagar cuotas ilegales. Pese al temor, algunos gremios aseguraron que no se dejarán intimidar y continuarán su lucha contra la extorsión.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que el crimen no quedará impune y que se realiza una investigación interinstitucional para detener a los responsables. Además, se reforzó la seguridad en la región de Tierra Caliente, con la presencia de fuerzas federales y estatales.
Por su parte, el Gobierno Municipal de Apatzingán expresó su solidaridad con la familia de Bernardo Bravo y condenó los hechos de violencia, solicitando a las autoridades el pronto esclarecimiento del caso y justicia para los productores afectados.