Violencia sexual en Oaxaca, impunidad y silencio persisten

La detención, el 1 de julio de 2025, de Gonzalo González Silva delegado regional de la Secretaría del Bienestar en la Costa de Oaxaca por una orden de aprehensión por violación equiparada en Santiago Pinotepa Nacional, encendió todas las alarmas sobre la magnitud de los delitos sexuales en la entidad.

Lejos de ceder, la incidencia de estos problemas mantiene una trayectoria al alza, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y abril de este año Oaxaca contabiliza 145 carpetas de investigación por abuso sexual

Quienes sobreviven a estos delitos enfrentan, desde el primer momento, barreras que van desde la estigmatización social y el miedo a represalias, hasta obstáculos institucionales como los largos tiempos de espera para acceder a dictámenes periciales, así como prácticas de revictimización y falta de perspectiva de género en las investigaciones, vulnerabilizando mas a menores de edad o habitantes de comunidades indígenas. El resultado es una profunda desconfianza en las autoridades y el abandono de carpetas de investigación antes de su judicialización.

Entre los patrones identificados destaca que casi la mitad de los casos de violación involucran a menores de 18 años y que en la mayoría de los expedientes los atacantes son personas del círculo cercano de la víctima como familiares, amigos o vecinos, lo que dificulta la denuncia.

Frente a estos datos, protocolos especializados y la impartición de justicia son imprescindibles para romper la cadena de impunidad; tan solo a un año y dos meses de su creación, el Juzgado Especializado para Dictar Órdenes de Protección del Poder Judicial de Oaxaca ha emitido 523 órdenes de protección para mujeres por distintos tipos de violencia; es decir, en promedio más de una mujer al día solicitó acciones de seguridad al ver amenazada su integridad.