El Gobierno de México publicará este 3 de octubre nuevas normas para reforzar la regulación del transporte y distribución de gas licuado de petróleo (gas LP), luego de la explosión de un camión cisterna el pasado 10 de septiembre que dejó 31 muertos y decenas de heridos, informó la Secretaría de Energía (Sener).
Luz Elena González, titular de la Sener, explicó que las disposiciones fueron elaboradas de manera conjunta con la Comisión Nacional de Energía, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con el objetivo de "reforzar la seguridad en el transporte y el manejo de combustibles".
Las nuevas normas separan las actividades de transporte y distribución para establecer obligaciones específicas en cada etapa de la cadena logística. Entre los cambios principales, se exigirá a las empresas demostrar ante la ASEA el cumplimiento efectivo de los programas de mantenimiento de sus unidades.
Además, los vehículos deberán someterse a pruebas de presión hidrostática periódicas y no solo a inspecciones visuales o pruebas de fugas, como ocurre actualmente.
Estas pruebas permiten garantizar que los contenedores operen de manera segura bajo las condiciones de presión propias de la actividad, destacó González.
La regulación también obligará a los conductores a recibir formación técnica y práctica, así como a instalar dispositivos de control de velocidad, conocidos como "gobernadores", y sistemas de geolocalización (GPS) en todas las unidades, elementos que no estaban contemplados en la normativa vigente.
En cuanto a los plazos, para la norma aplicable al transporte (006-ACSEA-2025), todas las unidades tendrán cuatro meses para acreditar su cumplimiento. Para la distribución (007-ACIA-2025), los vehículos con capacidad mayor a 5 mil litros y más de diez años de antigüedad contarán igualmente con cuatro meses, mientras que el resto dispondrá de seis meses.
Paralelamente, se implementará un programa de inspecciones conjuntas entre la SICT, la Comisión Nacional de Energía y la ASEA para revisar condiciones mecánicas, permisos vigentes, seguridad de contenedores y registro vehicular. "Con ello se busca que los camiones no tengan fugas, que vayan a velocidad controlada y que haya vigilancia permanente", señaló la presidenta Claudia Sheinbaum.
La normativa llega tras la tragedia del 10 de septiembre en la Calzada Ignacio Zaragoza, alcaldía Iztapalapa, donde un camión cisterna con capacidad de 49 mil 500 litros volcó y explotó, provocando 31 muertos y decenas de heridos, un accidente que evidenció la necesidad de reforzar la seguridad en el transporte y distribución de gas LP.