Promueven cambio de hábitos para evitar generación de plásticos

Con el propósito de crear conciencia, evaluar hábitos de consumo y cambiarlos por unos más amigables con el medio ambiente, trabajadores de las diferentes direcciones y áreas de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), pusieron en práctica diferentes acciones en el manejo correcto de los residuos, además, para evitar la generación de desechos plásticos. 

Entre dichas estrategias está la correcta separación de residuos dentro de las oficinas, mediante botes rotulados e identificados con diferentes colores: amarillo, para papel y cartón; azul, plásticos; gris, metal y vidrio, y negro, residuos no reciclables.

Los residuos valorizables son el plástico o pet, vidrio, papel y cartón, los cuales deben tener ciertas características para ser recibidos en recicladoras, por ejemplo, los envases deben estar limpios y el papel no debe estar mojado, entre otras características.

Adicionalmente, dentro de las instalaciones se evitan los desechables. Cada trabajador procura llevar su propio bote, vaso, taza o algún otro utensilio de uso personal; aunado a esto, en los espacios de exhibición que forman parte de la Semahn y tienen venta de alimentos, se cumple el requisito de no utilizar recipientes desechables ni bolsas de plástico.

Estas disposiciones han representado un reaprendizaje de los hábitos de consumo de cada persona, al ser la principal generadora de residuos. Además, se concientiza sobre la importancia del manejo correcto y los beneficios de reducir, reutilizar, reciclar y valorizar los residuos.

Los plásticos son productos muy utilizados actualmente, debido a que son materiales baratos, livianos y fáciles de moldear, sin embargo, el uso desmedido ha provocado grandes problemas ambientales, ya que no hemos sido capaces de hacer frente a la cantidad de residuos plásticos que generamos. 

El impacto medioambiental de los plásticos es enorme, principalmente porque la mayoría están compuestos de polietileno y policloruros, derivados del petróleo a los que posteriormente se les agregan plastificantes y compuestos de difícil descomposición; el mal manejo de estos residuos no sólo afecta los ecosistemas, sino también la salud del ser humano.