Las remesas que llegan a México desde Estados Unidos mostraron una caída del 2.5% en los primeros cuatro meses de 2025, sumando un total de 19 mil 015 millones de dólares.
Esta cifra representa una baja en comparación con los 19 mil 591 millones que se enviaron en el mismo periodo de 2024, según datos del Banco de México (Banxico).
Este retroceso marca un quiebre tras cinco años consecutivos de crecimiento interanual en las remesas, que desde 2019 habían venido aumentando. La caída coincide con tensiones provocadas por la política migratoria agresiva del presidente Donald Trump, quien regresó a la Casa Blanca en enero de este año, y una propuesta legislativa en Estados Unidos que plantea un impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde ese país.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, explicó que la baja en el envío de remesas se debe principalmente a dos factores: el deterioro del mercado laboral en Estados Unidos y el miedo de los migrantes a salir a trabajar y enviar dinero por temor a ser deportados.
Las remesas son un apoyo económico importante para México, pues representan casi el 4% del producto interno bruto (PIB) del país. Sin embargo, el envío promedio de cada mexicano que trabaja en el extranjero también bajó ligeramente, de 389 a 384 dólares entre enero y abril de 2025, una disminución del 0.06%.
En el mes de abril, México recibió 4 mil 761 millones de dólares en remesas, lo que representó una caída fuerte del 12.1% respecto al mismo mes del año pasado. Gabriela Siller calificó esta caída como "fatal" y señaló que es la más grande desde septiembre de 2012.
A pesar de esta caída en 2025, México acumuló once años consecutivos con aumentos anuales en las remesas hasta finalizar 2024 con un récord histórico de 64 mil 745 millones de dólares. Sin embargo, en marzo de 2024 se rompió una racha de 46 meses con crecimientos seguidos.
Cabe recordar que los mexicanos constituyen casi la mitad de los 11 millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, y sus remesas representan una parte muy importante de la economía mexicana. México es el segundo país receptor de remesas en el mundo, solo detrás de India.
La caída en las remesas refleja las dificultades que enfrentan los migrantes mexicanos en Estados Unidos, afectando no solo a las familias que reciben estos apoyos, sino también a la economía nacional, que depende de estos ingresos para mantenerse estable.