La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves el ambicioso plan fiscal y presupuestario promovido por el presidente Donald Trump, conocido como "El gran y hermoso proyecto de ley".
Con una votación cerrada de 215 votos a favor y 214 en contra, la iniciativa superó su primera gran prueba y ahora deberá enfrentarse al Senado, donde también se anticipa un intenso debate.
Todos los legisladores demócratas votaron en contra, mientras que solo dos republicanos se opusieron. La sesión para alcanzar esta votación duró más de 24 horas y concluyó alrededor de las 07:00 de la mañana, hora local. La propuesta contempla ampliar las exenciones fiscales implementadas en el primer mandato de Trump, e incluye nuevos beneficios como la eliminación de impuestos a propinas y a la compra de autos fabricados en el país.
Además, se contempla un fuerte aumento en los fondos para seguridad fronteriza y la aplicación de políticas migratorias más estrictas. Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) advirtió que esta ley podría incrementar en 3 billones de dólares la deuda nacional en los próximos 10 años, una cifra preocupante dado que la deuda actual ya supera los 36 billones.
Para compensar ese gasto, el plan incluye recortes por más de 1 billón de dólares a programas sociales como Medicaid y Medicare. Según la CBO, Medicaid perdería cerca de 700 mil millones y Medicare unos 500 mil millones, además de un recorte de 267 mil millones al programa de cupones de alimentos. Estas medidas podrían dejar a millones de personas sin acceso a servicios básicos de salud y alimentación.
Trump y el presidente de la Cámara, Mike Johnson, han defendido la propuesta asegurando que los trabajadores estadounidenses no se verán afectados, y que los recortes están dirigidos a frenar beneficios a "inmigrantes ilegales".
No obstante, estas declaraciones han generado polémica, especialmente después de que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificara como "injusto y discriminatorio" el nuevo impuesto del 5% que el plan impone a las remesas enviadas fuera del país.
El proyecto también incluye la eliminación de subsidios a energías limpias y el aumento de impuestos a universidades, medidas que han sido criticadas por los demócratas y sectores ambientalistas. Las divisiones dentro del propio Partido Republicano casi frenan la aprobación, ya que algunos legisladores exigían recortes aún más drásticos, mientras otros temían el impacto electoral que podría tener en sus distritos.
Con la mayoría republicana en el Senado (53 escaños frente a 45 demócratas y 2 independientes) el partido de Trump espera aprobar el proyecto antes del 4 de julio, Día de la Independencia. El presidente ha pedido públicamente al Senado que acelere el proceso. "¡No hay tiempo que perder!", escribió en su red Truth Social.