En Nogales, donde la infraestructura es escasa y muchas instalaciones están destinadas a otros fines sociales, la demanda de espacios deportivos ha crecido junto con el interés ciudadano por activarse y formar parte de clubes y equipos. Este fenómeno evidencia que el deporte no sólo es una necesidad recreativa, sino un reflejo de una comunidad en movimiento, que exige mejores condiciones para su desarrollo físico, emocional y social. En Sonora, el deporte tiene presupuesto, pero no siempre llega a quienes más lo necesitan. Con una inversión estatal superior a 495 millones de pesos anuales, de los cuales 162.8 millones son operados por la Comisión del Deporte del Estado (Codeson), los retos persisten: gran parte de los recursos se destina a nómina (24?%) e infraestructura, mientras que apenas 6.7 millones van a fomento deportivo directo. (Fuente: Sonora.gob.mx) En este contexto, la diputada Marcela Valenzuela Nevárez (Morena) propuso añadir el artículo 2-Bis a la Ley de Cultura Física y Deporte del Estado. La iniciativa busca exentar del pago de permisos municipales a eventos deportivos sin fines de lucro, como los organizados por escuelas, clubes y asociaciones. Nogales carece de infraestructura deportiva, la que hay está ocupada por los albergues para los migrantes, pero los espacios aun así no son suficientes y existen proyectos que podrían darle solución a esta problemática a una ciudad que cada vez hace más deporte. La misma comunidad es la que exige más espacios y en mejores condiciones, en distintas disciplinas se han incrementado los equipos o incluso han surgido nuevos clubes. El deporte cada vez se vuelve popular y en todas las categorías. Cambios a las leyes, gestiones para mejores espacios deportivos, el fomento, la difusión, pero el núcleo familiar también es parte del cambio y de las nuevas exigencias de una sociedad en constante evolución. El reto va más allá de asignar recursos: implica voluntad política para crear leyes justas, fomentar verdaderamente el deporte de base y reconocer el papel que juega la familia y la comunidad en esta transformación.