El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, declaró oficialmente a los cárteles de la droga como "combatientes ilegales" y reconoció que el país se encuentra en un conflicto armado con estas organizaciones, según un memorando difundido este jueves.
El presidente Trump afirmó que el tráfico de drogas hacia Estados Unidos equivale a un conflicto armado, lo que justifica el uso de la fuerza militar contra estas organizaciones. Según el documento, esta medida es una nueva base legal para acciones pasadas y futuras del gobierno estadounidense.
"El presidente determinó que Estados Unidos está en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas", señala el memorando. Trump instruyó al Pentágono a realizar operaciones contra los cárteles de acuerdo con las normas del derecho internacional aplicable a conflictos armados.
El documento agrega que Estados Unidos ha alcanzado un punto crítico, donde debe emplear la fuerza en defensa propia y de terceros frente a los ataques continuos de estas organizaciones. La medida plantea interrogantes sobre el alcance del poder presidencial en asuntos de guerra y sobre la supervisión que ejercerá el Congreso.
El mes pasado, las fuerzas armadas estadounidenses llevaron a cabo tres ataques mortales contra embarcaciones en el Caribe, acusadas de transportar drogas. Al menos dos de estas operaciones se realizaron contra barcos procedentes de Venezuela, según el gobierno.
Estos ataques se dieron tras un incremento en la presencia de fuerzas marítimas estadounidenses en el Caribe, la mayor en los últimos años. La estrategia busca cortar el flujo de drogas antes de que llegue a territorio estadounidense, aunque genera preocupación sobre la legalidad y los riesgos de confrontaciones internacionales.
Especialistas destacan que esta declaración marca un posible nuevo momento en la política de Trump, donde la Casa Blanca podría ir más allá de la autoridad presidencial tradicional para librar una guerra contra los cárteles. El debate sobre el uso de fuerza militar dentro de fronteras extranjeras sin la aprobación del Congreso podría intensificarse en los próximos meses.
En resumen, Estados Unidos formaliza su combate militar contra los cárteles de la droga, estableciendo un marco legal que podría expandir las operaciones del Pentágono y cambiar la manera en que el país enfrenta el narcotráfico, mientras surgen dudas sobre las implicaciones legales y diplomáticas de esta estrategia.