Las lluvias recientes han dejado algo más que charcos y paraguas volteados: ramas caídas, árboles derribados e incluso autos completamente anegados
Las imágenes inundan redes sociales, pero detrás de cada foto hay una preocupación que no desaparece con el agua: ¿quién se hace responsable de los daños?
Muchos dan por hecho que el seguro del auto cubrirá cualquier situación: ya sea un choque, una inundación o un árbol colapsado sobre el cofre.
Pero no siempre es así. Todo depende del tipo de cobertura contratada, y ahí es donde varios se llevan una sorpresa.
No todos los seguros son iguales
Las aseguradoras ofrecen tres tipos de seguros principales:
Y aquí viene el dato duro: 7 de cada 10 autos en circulación en México no tienen ningún tipo de seguro, lo que deja a millones de conductores completamente vulnerables.
Contar con una cobertura amplia no es solo una ventaja, es una necesidad en temporada de lluvias.
El costo de reparar un auto dañado por caída de árbol, por ejemplo, puede ir de 3,500 a 25,000 pesos, dependiendo del golpe, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS)
¿Y si el auto se inunda?
Cuando un vehículo queda bajo el agua, lo primero es evaluar el daño. Si la reparación cuesta más de lo que vale el coche, se declara pérdida total.
En ese caso, si tienes seguro con cobertura amplia, la aseguradora debe ayudarte a cubrir el reemplazo, dentro del límite pactado.
Eso sí: cada póliza tiene sus condiciones. Deducibles, excepciones, límites? Todo eso importa.
Por eso, antes de contratar, revisa bien la letra pequeña y no elijas solo por precio
Precauciones que valen oro
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la CDMX recomienda tomar estas medidas en días de tormenta:
Y si llegas a tener un accidente, recuerda: no hagas acuerdos informales con terceros. Eso puede invalidar el seguro
Tener seguro no es opcional: es protección ante lo imprevisible
Con el clima cada vez más extremo, pensar en un seguro como un lujo es un error.
Elegir bien tu cobertura, entender lo que incluye y prevenir daños puede marcar la diferencia entre una molestia y una deuda pesada. Porque cuando llueve fuerte, la protección también debe ser sólida.