La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció este lunes que presentará denuncias por los actos de violencia ocurridos durante la segunda marcha contra la gentrificación en Ciudad de México, luego de que manifestantes destruyeran casetas de vigilancia, dañaran el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) y saquearan la librería Julio Torri, donde incluso se reportó la quema de libros.
Durante su conferencia de prensa matutina, la presidenta de México condenó enérgicamente estos hechos. Aunque reconoció que las protestas pueden surgir de causas legítimas, calificó como inaceptable el ataque a una institución educativa. "¿Pero quemar libros en una institución educativa? Eso debe ser condenable totalmente", expresó.
La UNAM detalló en un comunicado que ya se encuentra haciendo una evaluación de los daños para proceder legalmente contra quienes resulten responsables. Afirmó que los hechos violentos representan una agresión directa no solo a la infraestructura universitaria, sino también a los espacios culturales y académicos que conforman la vida pública de la universidad.
La marcha, realizada el domingo, se trasladó hacia Ciudad Universitaria, al sur de la capital, alejándose de las colonias Roma y Condesa donde se llevó a cabo la primera movilización. En esta ocasión, colectivos y activistas se reunieron en la alcaldía Tlalpan, cerca del estadio Azteca, en protesta contra megaproyectos como Fuentes Brotantes 134, el cual ha sido señalado por afectar el tejido social y ambiental de la zona.
El malestar de diversos sectores sociales en torno a la gentrificación se ha hecho más visible en los últimos años. Las protestas reflejan preocupaciones reales sobre el desplazamiento de comunidades, el encarecimiento de la vivienda y la pérdida de espacios naturales. Sin embargo, las autoridades universitarias insistieron en que los actos vandálicos no deben confundirse con la legítima expresión de las demandas sociales.
Las imágenes de libros quemados dentro de la librería generaron una fuerte indignación en redes sociales y medios de comunicación, especialmente por tratarse de un recinto universitario dedicado al fomento de la lectura y la cultura. La UNAM reiteró su compromiso con el derecho a la libre manifestación, pero subrayó que este no debe usarse como justificación para la violencia.
Hasta el momento, no se ha confirmado el número de personas detenidas por los hechos, pero la universidad ya ha solicitado la intervención de las autoridades de Ciudad de México para garantizar que se investigue y sancione a los responsables.