Un vuelo de Volaris con destino a La Paz desde Guadalajara se convirtió en una experiencia marcada por la incertidumbre y el mal manejo. A pesar de realizar tres intentos fallidos de aterrizaje en el aeropuerto internacional de La Paz, la aeronave fue finalmente desviada sin previo aviso a Los Mochis.
La falta de claridad en la información y la sensación de estar a merced de decisiones improvisadas dejó a los pasajeros con un sentimiento de frustración e impotencia. Lo que debía ser un trayecto simple, terminó siendo una experiencia caótica y desgastante, reflejo de una operación aérea que parece no estar bajo control.
Imágenes cortesía: ALEJANDRO PATRÓN