En los últimos cinco meses, México ha intensificado la lucha contra la introducción ilegal de hidrocarburos, asegurando cerca de 50 millones de litros de diésel que diversos intentos pretendían trasladar al país a través de trenes, embarcaciones y camiones cisterna
Estas acciones han sido encabezadas por la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), bajo la dirección de Rafael Marín Mollinedo, quien señaló que los decomisos más importantes se han logrado en puntos estratégicos como Tampico, Laredo, y Matamoros, en Tamaulipas, además de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Estas áreas, situadas a lo largo de la frontera norte y en puertos clave, se han convertido en los principales focos de vigilancia debido al alto tráfico de mercancías y combustible.
El incremento en la supervisión sobre el ingreso de hidrocarburos responde tanto al volumen del combustible incautado -utilizado sobre todo en el transporte pesado- como a la sofisticación de las estrategias empleadas para burlar la ley.
Anteriormente, el contrabando conocido como "huachicol fiscal" se realizaba engañando a las autoridades mediante la clasificación arancelaria de aditivos para aceites y combustibles
Ante el reforzamiento de los controles, quienes se dedican a esta práctica han cambiado los métodos, declarando ahora el producto como sustancias químicas, lo que ha obligado a la agencia a ser aún más minuciosa en la revisión de los documentos de importación.
Gracias a una red de 14 mil cámaras de videovigilancia distribuidas en los puntos de entrada al país, la ANAM ha conseguido detectar y detener un mayor número de cargamentos ilegales.
Aunque hasta el momento no se han dado a conocer estimaciones exactas sobre el perjuicio económico derivado de estos delitos, el titular de la agencia mencionó que ya existen investigaciones en curso y registros abiertos para dar seguimiento a estos casos.
Por otro lado la mayoría de los agentes aduanales manifestó preocupación por la insuficiencia y saturación de las instalaciones actuales, lo que podría limitar todavía más la capacidad de respuesta efectiva
Ante estas inquietudes, Marín Mollinedo expresó que se están realizando esfuerzos para modernizar el sistema y, en caso de que los cambios en el personal no resulten efectivos, se harán los ajustes necesarios.
Este aumento en la vigilancia y la adecuación de métodos responden al reto de una actividad ilícita persistente y cada vez más compleja, lo que refleja la importancia de fortalecer los controles aduaneros y adaptarse rápidamente para evitar que recursos estratégicos ingresen de forma ilegal y afecten tanto a la economía nacional como a la seguridad energética.