El embarazo infantil y adolescente continúa siendo una problemática social y de salud pública que afecta a miles de niñas y adolescentes en México, y Veracruz no es la excepción, pues la incidencia de estos casos revela la necesidad de acciones gubernamentales más contundentes y una mayor concientización social.
De acuerdo al INEGI durante el 2024, en México se registraron 7 mil 975 nacimientos de madres entre 10 a 14 años, situación que pone en alerta a grupos feministas del incremento de la violencia sexual en contra de este grupo poblacional.
"Las autoridades han sido omisas, puesto que cuando las niñas llegan a los centros de salud, lo que hacen es darle una cita para que ellas continúen con su atención médica", Mary Beda patlax Valdivia, integrante de Equifonía.
El estado de Veracruz, mantiene una de las tasas más altas de embarazo en menores de edad a nivel nacional, influenciada por factores socioeconómicos, culturales, la falta de acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva, entre otras cosas.
Datos de la Secretaría de Salud, en ese mismo año solo se realizaron 17 interrupciones voluntarias del embarazo, a pesar de que existen hospitales públicos habilitados para llevar a cabo estos procedimientos, lo cual pone en evidencia la deficiencia en el sistema de atención en los servicios gubernamentales.
La gran mayoría de las madres no reciben la opción de abortar, ni siquiera en casos de violación, por lo que son obligadas a dar a luz por el mismo sector salud, al solo brindarles el seguimiento a su embarazo.
"Se debe iniciar una queja ante Derechos Humanos porque ahí se les está fallando a las niñas, a las adolescentes que son víctimas de violencia sexual y que muchas veces ellas no se dan cuenta que son víctimas de violencia sexual", indicó Mary Beda patlax.
Si bien diversas instituciones han implementado estrategias para abordar el embarazo infantil y adolescente en México, estas parecen ser que no han funcionado, pues los casos cada vez son más recurrentes sin que las menores sean protegidas.
Grupos feministas han señalado que las causas del embarazo infantil y adolescente son complejas y multifactoriales que incluyen:
Esta problemática ha sido un tema que se ha puesto bajo la lupa de los tres niveles de gobierno, en donde se promete generar políticas públicas concretas y reales para erradicar esta violencia que se ejerce con las niñas de Veracruz y el país.
"Una niña, una adolecente del nivel más bajo, es cinco veces más probable que tenga un embarazo temprano que alguien de ingresos altos, entonces está entrampado con las desigualdades sociales y es un problema colectivo", mencionó la activista Laura Flamán.
La prevención del embarazo infantil y adolescente no es solo una cuestión de salud, sino que se necesita una inversión continua en educación, salud, protección y empoderamiento de la niñez y la adolescencia para garantizarles una vida digna con oportunidades y libres de violencia.