Manejar con la música a todo volumen, ventanas abajo y disfrutando del clima puede parecer la forma perfecta de liberar estrés, especialmente en medio del tráfico pesado.
Muchas marcas de autos aprovechan esto para equipar sus vehículos con sistemas de sonido premium. Sin embargo, ¿sabías que en la Ciudad de México hay límites legales para el volumen de la música dentro del auto?
Según el Reglamento de Tránsito de la CDMX, sí está permitido escuchar música en el coche, pero siempre respetando ciertos límites para no causar molestias. El problema no es la música en sí, sino el volumen excesivo que puede alterar el entorno y a otras personas.
El artículo 38, inciso II, letra F del reglamento establece que está prohibido usar bocinas o sistemas de sonido que generen un nivel excesivo de ruido. En otras palabras, no puedes convertir tu auto en un antro rodante móvil y causar molestias con el volumen muy alto.
¿Y qué pasa si te pasan por alto esta norma? La multa por escuchar música demasiado fuerte mientras manejas puede ser de 5 a 10 UMAs, es decir, entre 565.70 y mil 135 pesos según el valor vigente de la UMA en 2025. Además, podrías perder un punto en tu licencia de conducir, lo que podría afectar tu historial de manejo.
El reglamento no sólo contempla sanciones por el volumen alto de la música, también considera infracción usar el claxon sin justificación, tener escapes ruidosos o modificados, y generar cualquier ruido innecesario en la vía pública. Estas faltas pueden costarte hasta 3 mil 257.10 pesos, dependiendo del caso.
La razón de estas multas no es que no puedas disfrutar de tu música, sino para evitar alteraciones al orden público, molestias a vecinos y peatones, y evitar que el ruido se genere en horarios o lugares inapropiados.
Aunque no existe una norma exacta que determine un límite específico de decibeles para la música dentro de los autos, sí existen normas ambientales como la NOM-081-SEMARNAT-1994, que establece límites máximos de ruido para diferentes zonas y horarios. Estas normas se aplican principalmente a fuentes fijas o industriales, pero también se usan como referencia para controlar el ruido vehicular en la ciudad.
En resumen, si alguien se queja del volumen de tu música y las autoridades determinan que afecta a terceros, puede considerarse una falta administrativa. Por eso, es importante ser consciente del volumen y respetar el entorno para evitar multas y molestias.