La clausura de la zona de venta de alimentos y bebidas en Mompani, en el municipio de Querétaro, continúa generando opiniones encontradas entre los vecinos. Desde mayo pasado, las autoridades determinaron suspender la venta de alcohol en este punto y propusieron reconvertirlo en un corredor gastronómico exclusivo para alimentos sin bebidas alcohólicas, como parte de una estrategia para mejorar la seguridad en la zona. Sin embargo, mientras algunos habitantes respaldan la medida, otros consideran que ha tenido efectos negativos en la economía de varias familias.
Por un lado, vecinos expresaron que la eliminación del consumo de alcohol ha reducido los incidentes relacionados con riñas, ruido excesivo y desorden en la zona. "Ahora se puede caminar más tranquilo, sobre todo en las noches. Antes había demasiados borrachos", señaló un habitante que prefirió mantener el anonimato. No obstante, otros residentes consideran que se trató de una medida excesiva, al señalar que la clausura impactó directamente a comerciantes que dependían del giro para sostener a sus familias. "Sí había problemas, pero también muchas personas trabajaban ahí. Ahora no tienen ni dónde vender", afirmó otra vecina, quien también prefirió no dar su nombre por temor a represalias.
El temor a hablar abiertamente se ha vuelto común entre los comerciantes y vecinos, lo que refleja un ambiente tenso tras la intervención de las autoridades. Mientras tanto, el municipio aún no ha definido cuándo ni cómo iniciará formalmente el corredor gastronómico, aunque se ha insistido en que no se permitirá el regreso de bebidas alcohólicas en ese espacio. La situación mantiene a la comunidad dividida, entre quienes priorizan la seguridad y quienes urgen recuperar el sustento económico perdido.