Un total de 4,665 reses procedentes de Nicaragua ingresaron a Durango sin los permisos de internación correspondientes. Actualmente, los animales se encuentran en las instalaciones de la empresa SuKarne, ubicadas en el municipio de Tlahualilo. Así lo denunció el presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, Rogelio Soto Ochoa.
El dirigente señaló que este cargamento, introducido al estado desde el pasado 28 de junio, no fue notificado a la Unión, y precisó que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), es la instancia federal responsable de este tipo de permisos. En consecuencia, se levantó un acta administrativa en las casetas sanitarias de la entidad y se emitió una amonestación en el Punto de Inspección de Margarito Machado.
Nicaragua ha registrado más de 13 mil casos de gusano barrenador, una plaga que pone en riesgo el estatus sanitario del hato ganadero nacional. Por esa razón, tras gestiones con el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y el gobernador Esteban Villegas, se logró frenar un segundo embarque de 5,300 becerros, que también pretendían ingresar al estado.
El conflicto no se quedó en Durango. En Nuevo León, autoridades intentaron impedir la entrada de dos jaulas de ganado de engorda provenientes del municipio duranguense de Indé, como respuesta al ingreso irregular del ganado extranjero.
Recalcó que el ingreso de ganado extranjero genera incertidumbre para los productores locales, quienes han cumplido con protocolos estrictos para mantener el estatus zoosanitario de la región, por ello, las autoridades estatales deberán dar seguimiento a las sanciones impuestas y reforzar los mecanismos de inspección.