La terapia acuática ofrece una vía de rehabilitación efectiva, segura y multidimensional para personas con discapacidad en México. Aunque aún faltan estadísticas locales que midan su alcance, la evidencia científica y la experiencia clínica confirman que el agua puede ser una aliada poderosa para transformar vidas. En un país donde la atención a personas con discapacidad enfrenta desafíos estructurales, la terapia acuática se consolida como una alternativa integral y eficaz para mejorar la calidad de vida. Esta técnica de rehabilitación aprovecha las propiedades físicas del agua; flotación, resistencia e inmersión. Para tratar afecciones neurológicas, musculoesqueléticas y respiratorias, con resultados cada vez más visibles. En la frontera de Nogales, Jesús Cañedo ha puesto en practica este método que aprendió en Hermosillo. En municipios como Valdivia, Chile, proyectos municipales han registrado un 83?% de mejora en equilibrio en adultos y 75?% de progreso motriz en niños, con un 96?% de satisfacción, lo que ofrece un modelo aplicable en México, según un informe del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS). Actualmente, el acceso a la terapia acuática en México sigue siendo limitado a centros privados o algunas instituciones públicas con infraestructura adecuada. Para esta frontera el método aplicado por Cañedo hace dos años se considera un éxito por el desarrollo positivo que han tenido los participantes. Aunque en México no existen estadísticas nacionales que midan su aplicación de forma sistemática, centros especializados como Rehabilitación e Intervención Especializada han documentado los beneficios de esta práctica en pacientes de distintas edades y condiciones. Estudios científicos internacionales respaldan su uso en casos de parálisis cerebral infantil, artritis, fibromialgia, lesiones medulares y enfermedades cardiovasculares. También en Hermosillo hay terapia acuática.