Las obras de infraestructura carretera en el estado de Colima están siendo una problemática que pone en riesgo la seguridad de los conductores que a diario transitan por las diversas vías para llegar a sus destinos, pues al saturar las arterías principales que conectan a los municipios las carreteras se vuelven insuficientes.
"Sabemos que son fechas de lluvias, trabajan un tiempo pero cuando hay un aguacero obviamente tienen que parar las obras, para ir a Manzanillo horrible todo el tiempo está en construcción, en reparación".
A pesar de que ya pasaron tres años de administración actual hasta ahorita es que se están realizando de manera simultánea múltiples obras que han generado caos vial y colapso tanto en la zona conurbada como en la autopista Colima-Manzanillo.
"Toda nuestra apuesta es para que a finales de 2026 es decir casi un año antes de que concluya nuestra administración estén concluidas estas grandes obras, además eso es un compromiso, no podemos terminar la administración sin que estas obras que son tan grandes y tan importantes estén ya concluidas". señaló la gobernadora Indira Vizcaíno.
Los transportistas están preocupados al ser los únicos que pagan la caseta de la autopista Colima - Manzanillo sin que se encuentre en buenas condiciones y aparte el retraso para la entrega de obras de mejora en algunos tramos.
"Estamos hablando que pagamos cerca de 2 mil 400 pesos por una autopista que no devenga lo que pagamos, no está señalizada, ahora en tiempos de lluvias tenemos no hoyos son cráteres los que se encuentran en esa vialidad", advierte Daniel Alfonso Zárate Lozoya, presidente de la Unión de Transportistas de Carga de Manzanillo.
De acuerdo con especialistas, la infraestructura en el estado es obsoleta con más de 40 años y sigue trabajando, sin embargo actualmente se moderniza pero los trabajos han sido lentos.