Lluvias llenan de esperanza a comunidades guarijías

 Las lluvias han sido motivo de alegría y esperanza para las comunidades guarijías, ya preparan la tierra para sembrar maíz, frijol, calabaza y otros cultivos básicos de subsistencia.

Aunque los aguaceros dejaron algunos caminos intransitables y por momentos las comunidades quedaron incomunicadas, la emoción supera cualquier molestia, aseguran sus habitantes.

"Brincamos de gusto cuando empezó a llover, esto es vida para nosotros", expresó Héctor Zaila, gobernador tradicional de Macorahui.

Después de meses de intensa sequía y abandono institucional, las lluvias representan un respiro en medio de la escasez, pues muchos tuvieron que abandonar sus pueblos para buscar trabajo en otras regiones.

"El programa Sembrando Vida no llegó a muchas comunidades nuestras, si no llueve, no comemos", lamentó Zaila.

Con el campo reverdeciendo, los guarijíos ya alisan la tierra para sembrar, mientras otros ven en las lluvias una oportunidad para impulsar su economía local: aprovecharán las visitas turísticas a la Presa Pilares para ofrecer sus artesanías.

Las lluvias no solo traen agua: traen dignidad, arraigo y esperanza para un pueblo que resiste con lo que la naturaleza le da, para los guarijíos, este temporal no es solo una temporada, es la oportunidad de recuperar lo que la sequía les arrebató.