El melón lagunero es reconocido por su sabor a nivel nacional. Transportistas, consumidores y comerciantes coinciden en que se trata de uno de los frutos más dulces del país. Pero a pesar de su calidad, los productores siguen sin recibir un pago justo. El problema radica en la figura del coyote, es decir, intermediarios que compran el melón directamente en campo, imponiendo precios por debajo de su valor real para revenderlo con grandes márgenes de ganancia.
Ante esta situación, el Congreso del Estado de Durango aprobó una iniciativa que busca endurecer las penas contra el coyotaje, lo que podría representar un paso hacia la regulación del precio de la fruta. "Impulse esa ley contra el 'coyotaje' donde pido que sea castigado, de 1 a 9 años de prisión, a toda aquella persona que pague a menor precio de lo que realmente vale la fruta en el mercado", dijo la diputada local, Nadia Milán.
Sin embargo, la ley aún no ha entrado en vigor. La iniciativa no ha sido publicada en la Gaceta Oficial, por lo que su aplicación sigue pendiente. "Veo ahorita que todavía no sale (la ley) y veo la desesperación de mi pueblo, de mi pueblo duranguense y de verdad te quedas impactada cuando conoces las historias de vida de todos aquellos agricultores que muchas veces, no todos tienen tierras, más aparte lo que tienen que pagar de insumos para que vengan y les compren a un menor precio", agregó.
Además de esperar que la ley se publique y se aplique, los productores reconocen que una de sus principales carencias ha sido la organización. Esa falta de unión ha permitido que otros se beneficien del fruto de su trabajo, mientras ellos enfrentan año con año pérdidas o ganancias mínimas, convirtiendo al melón en una fruta de calidad que ha dado prestigio a La Laguna, pero que aún no logra rendir justicia a quienes la siembran.