Tras una de las temporadas más intensas de incendios forestales, Michoacán ha dado inicio a su campaña anual de reforestación con una estrategia innovadora: el lanzamiento de semillas desde el aire. La meta es ambiciosa: acelerar la recuperación de zonas siniestradas y llegar a terrenos de difícil acceso en los que el método tradicional de siembra manual no es viable. El proyecto arrancó en el municipio de Zacapu, uno de los más afectados por las llamas en 2025. Ahí se trabajará en 50 hectáreas distribuidas en 13 zonas devastadas, como parte de una intervención estatal que abarcará múltiples municipios. En total, se esparcirán más de 200 mil semillas utilizando drones y pequeñas aeronaves.
Las semillas pertenecen a 10 especies distintas, entre ellas pino, encino y otras variedades propias de las regiones afectadas. La selección se hizo con base en las condiciones climáticas, tipo de suelo y vegetación original de cada sitio, con el objetivo de asegurar su adaptación y crecimiento natural.
La campaña comenzó este mes de julio y se extenderá hasta agosto, aunque autoridades ambientales han señalado que el verdadero reto será dar seguimiento técnico durante el resto del año, para evaluar si este modelo es eficaz y puede sustituir, complementar o mejorar el proceso tradicional de reforestación con plantación manual.
Dato curioso:
Esta técnica ha sido utilizada con éxito en países como Australia, Canadá y Tailandia, donde se han regenerado vastas zonas forestales en periodos más cortos. Aunque en México ha habido experiencias similares, Michoacán busca convertirse en referente nacional al aplicarla con mayor cobertura y planeación.
De acuerdo con datos oficiales, más de 50 mil hectáreas de vegetación fueron arrasadas por incendios en la entidad este año. Con esta estrategia aérea, se busca restaurar no sólo el paisaje, sino también los servicios ambientales esenciales que brindan los bosques: captura de agua, regulación del clima y conservación de la biodiversidad.