La misión TRACERS de la NASA inició este miércoles su viaje al espacio desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, utilizando un cohete Falcon 9 de SpaceX para colocarse en órbita y comenzar a analizar cómo el viento solar afecta a la Tierra
El lanzamiento se realizó a las 11:13 hora local, después de que el despegue fuera pospuesto un día debido a cuestiones relacionadas con el espacio aéreo.
El proyecto está conformado principalmente por dos satélites gemelos que surcarán la órbita terrestre de polo a polo para medir los cambios en la magnetosfera, el escudo magnético que protege a nuestro planeta.
Este campo magnético es donde ocurre la interacción entre las partículas cargadas provenientes del Sol -lo que conocemos como viento solar- y la Tierra, un fenómeno responsable de las auroras boreales. Sin embargo, más allá de su belleza visual, esta interacción puede repercutir en aspectos vitales de la vida diaria.
Por ejemplo, la radiación solar puede provocar interrupciones en las redes eléctricas, afectar los sistemas de navegación GPS, interferir en las comunicaciones satelitales e incluso poner en riesgo las misiones espaciales tripuladas
Para entender mejor estos procesos, TRACERS busca que los dos satélites puedan realizar mediciones casi simultáneas, con solo segundos de diferencia, para monitorizar en tiempo real el fenómeno conocido como reconexión magnética.
Este mecanismo ocurre cuando el viento solar y el campo magnético terrestre se conectan y desconectan, desencadenando cambios bruscos en la magnetosfera que tienen impacto directo en nuestro entorno tecnológico y natural.
Los especialistas de la NASA han alertado recientemente sobre las pérdidas económicas que puede representar la influencia del viento solar si no se mejora la capacidad de monitoreo y predicción de estos eventos.
El despliegue tecnológico de la misión no termina con estos dos satélites. TRACERS también incluye tres naves adicionales dedicadas a estudiar cómo las partículas de alta energía dentro de las bandas de radiación que rodean al planeta se dispersan en la atmósfera
En cuanto a la logística del lanzamiento, apenas ocho minutos después de la separación, la primera etapa reutilizable del cohete Falcon 9 aterrizó exitosamente, preparándola para futuras misiones.
Este éxito demuestra el avance continuo en la tecnología espacial, que combina esfuerzos públicos y privados para explorar y proteger nuestro planeta frente a los desafíos originados en el espacio.