José Manuel de las Rivas, representante del sector hotelero en Culiacán, explicó que el verano no es una temporada favorable para la hotelería local, debido a que la ciudad es principalmente un destino de turismo de negocios y no de recreación.
Actualmente, la ocupación hotelera en Culiacán ronda entre el 25 y 30%, aproximadamente la mitad de lo registrado el año pasado. Aunque la estancia de corporaciones policiacas ha beneficiado algunos hoteles, este aporte aún no representa un porcentaje significativo en la totalidad de la oferta hotelera. Se estima que en unos 15 días se podrá tener un cálculo más preciso sobre el impacto de esta presencia.
De las Rivas destacó que, ante la situación de violencia de los últimos meses, algunos hoteles han reducido su operación a la mitad, y uno de ellos tomó la decisión de cerrar por completo. A pesar de esto, el sector continúa trabajando para sortear la crisis económica que atraviesa.
La temporada de verano, explicó, es mejor para destinos turísticos como Mazatlán, mientras que en Culiacán prevalece una demanda inestable y afectada por factores externos, principalmente la percepción de inseguridad.