El gobierno de Israel calificó este jueves la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de reconocer al Estado de Palestina como una "mancha en la historia francesa" y "una ayuda directa al terrorismo".
La declaración fue emitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, que acusó a París de recompensar el "terrorismo" y debilitar las posibilidades de una paz negociada en Medio Oriente.
El reconocimiento fue anunciado el martes por el presidente Emmanuel Macron, quien sostuvo que "la solución de dos Estados sigue siendo la única vía viable para una paz duradera entre israelíes y palestinos". Francia se suma así a una creciente lista de países europeos que han reconocido formalmente a Palestina en los últimos meses, entre ellos España, Irlanda, Noruega y Eslovenia.
La medida francesa ha generado una oleada de reacciones. Mientras los líderes palestinos la celebraron como un avance histórico hacia su autodeterminación, el gobierno israelí convocó al embajador francés en Tel Aviv para expresar una protesta formal. También se evalúan otras medidas diplomáticas en respuesta.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) expresó su agradecimiento a París y afirmó que el reconocimiento refuerza el derecho del pueblo palestino a vivir en libertad y dignidad. "Francia ha demostrado que cree en el derecho internacional y en la justicia", señaló el primer ministro palestino Mohammad Mustafa.
Sin embargo, analistas advierten que este nuevo giro diplomático podría profundizar la tensión entre Israel y varios países de Europa Occidental, en medio de un contexto ya convulso por la guerra en Gaza, las crecientes presiones internacionales sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu y la crisis humanitaria en los territorios palestinos.
Organizaciones internacionales han instado a ambas partes a retomar el diálogo, pero hasta ahora no se vislumbra un reinicio de las negociaciones de paz.
El reconocimiento de Palestina por parte de Francia no implica cambios inmediatos en el terreno, pero tiene un fuerte peso simbólico y político que podría alterar el equilibrio diplomático en la región.