La Embajada de Estados Unidos en México alertó sobre el modus operandi del llamado "huachicol fiscal": una cadena de robo, refinado y reimportación de combustibles robados a México, que involucra cruces fiscales complejos y operaciones aduanales en ambos países.
A través de un video publicado en la red social X, la embajada explicó que este mecanismo representa una forma sofisticada de evasión fiscal que beneficia a los cárteles del narcotráfico, quienes han encontrado en el robo y comercialización ilegal de hidrocarburos una fuente multimillonaria de ingresos.
"Cárteles envían el crudo robado de México a Texas, donde es refinado para luego ser reintroducido a México a través de las aduanas".
¿Cómo ocurre este ciclo?
Según la Embajada, el proceso se compone de cinco etapas:
¿Qué papel juegan las aduanas?
El fraude documental es clave: la manipulación de papeles aduanales permite cruzar legalmente combustibles robados. En EE.UU., estas importaciones se disfrazan dentro de la cadena legal ("aceite industrial/used lubricants").
Colaboración bilateral
Ambos gobiernos han intensificado redadas en puertos y aduanas, incautando pipas, cisternas y sancionando a empresas involucradas.
En Coahuila, operaciones recientes aseguraron más de 15 millones de litros de combustible, reconocidas por la Embajada como "históricas"
La estrategia de robo de combustibles en México implica un sofisticado "ida y vuelta": se extrae ilegalmente, se refina en Texas bajo aparente legalidad, y regresa como producto documentado, generando pérdidas fiscales millonarias y fortaleciendo a los cárteles a través del "huachicol fiscal".
Es un esquema que requiere vigilancia en ambos lados de la frontera, controles aduaneros más estrictos y cooperación continua entre México y EEUU.