A partir del fin del ciclo escolar 2024-2025, más de 1.4 millones de estudiantes de Educación Media Superior recibirán su certificado de bachillerato en formato digital por primera vez
Así lo informó la Secretaría de Educación Pública (SEP), marcando un giro significativo en la manera en que se documenta la trayectoria académica en México.
Este cambio forma parte del compromiso número 17 de los 100 presentados por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y fue anunciado por el titular de la SEP, Mario Delgado Carrillo, quien destacó que se trata de "la digitalización más grande en la historia del país en materia educativa".
Según Delgado, el nuevo formato promueve una educación con justicia social y sin discriminación, alineada con los principios del humanismo mexicano, al facilitar trámites, reducir costos y agilizar procesos para millones de estudiantes y sus familias
Así comienza la transición digital
El piloto del proyecto arrancó en Guerrero, donde 7 mil 285 estudiantes de 118 planteles del Colegio de Bachilleres (COBACHGRO) fueron los primeros en recibir su certificado digital, marcando el inicio de esta transformación tecnológica.
La subsecretaria de Educación Media Superior, Tania Rodríguez Mora, explicó que esta digitalización sienta las bases del nuevo modelo educativo para el nivel medio superior, especialmente pensando en el ciclo escolar 2025-2026.
¿Qué cambia para los estudiantes?
A partir del próximo ciclo, los egresados que hayan cursado bajo el Marco Curricular Común de la Educación Media Superior (MCCEMS) podrán obtener un Certificado de Formación Profesional, avalado por instituciones de educación superior.
Esto significa un reconocimiento más claro de sus habilidades, conocimientos y competencias, además de facilitar su ingreso al mundo laboral o la continuación de sus estudios.
Los certificados digitales estarán disponibles en tres tipos:
Todos ellos podrán validarse mediante un código QR, estarán disponibles en formatos PDF y XML, y contarán con opción de reimpresión inmediata, sin necesidad de acudir físicamente a una escuela o institución
Este avance responde a un país en transformación. No sólo mejora la eficiencia administrativa, también facilita la movilidad académica entre subsistemas, algo que durante años fue un obstáculo para muchos jóvenes que deseaban cambiar de modalidad o institución.
Además, el acceso digital garantiza mayor equidad en la gestión de documentos escolares: menos filas, menos burocracia y más control directo por parte de los propios estudiantes.