Tus ojos cambian y tus ojos también

Muchas personas aún creen que unos lentes pueden durar "de por vida" o que solo deben cambiarse cuando se rayan o rompen. Sin embargo, esta percepción puede afectar la salud visual a largo plazo, especialmente en la infancia, etapa en la que la detección temprana puede marcar la diferencia.

"Lo importante es checarse cada seis meses. Es lo recomendable, sobre todo en los niños, si se atiende un niño, ellos van a ir mejorando, van a ir corrigiendo su padecimiento y ahí sí es importante cada seis meses, porque ellos están muy jóvenes y ellos van mejorando, tienen una mejoría." Evelyn Díaz, Optometrista 

En personas adultas, las revisiones oculares no dejan de ser necesarias. Aunque el ritmo de cambio en la visión es distinto, se recomienda no esperar a que los lentes se deterioren para acudir a consulta.

 "Y en los adultos, un año. También es recomendable seis meses, Pero hay que cambiar graduación, hay que checar el lente al año, eso es importante cada año hay que estar checando o hacer el cambio." Evelyn Díaz, Optometrista 

A pesar de que varias personas consideran un gasto innecesario cambiar de lentes si aún puedes ver bien con ellos y se encuentran en buen estado, hay factores como la evolución de la prescripción visual, cambios en la salud ocular y avances tecnológicos en la óptica que desempeñan un papel crucial en determinar cuándo es el momento adecuado para un cambio.

El uso prolongado de lentes con graduación desactualizada puede provocar molestias como:

• visión borrosa,
• fatiga ocular o
• dolor de cabeza.
• Además, la detección tardía de condiciones visuales en etapa temprana puede reducir las posibilidades de corregirlas.

La salud visual requiere atención constante y preventiva. Más allá de reparar o reemplazar un armazón, se trata de mantener una buena calidad de vida, especialmente para quienes estudian, conducen o dependen de su vista para realizar tareas cotidianas.