Con el regreso a clases a la vuelta de la esquina, muchas familias ya están buscando mochilas, uniformes... y claro, zapatos
Pero, ¿cuáles realmente valen la pena? Para ayudar a tomar una mejor decisión, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) analizó la calidad de 20 modelos de calzado escolar, tanto para niña como para niño.
El objetivo fue claro: orientar a madres, padres y cuidadores para que elijan un par cómodo, seguro y duradero, que aguante el ritmo del ciclo escolar
¿Qué revisó Profeco?
El estudio incluyó pruebas rigurosas sobre:
Uno de los hallazgos más importantes fue que ninguno de los modelos evaluados superó la prueba de flexión en húmedo.
¿Qué significa esto? Que no están diseñados para soportar bien la lluvia o los charcos: si se mojan, la piel del zapato podría dañarse más rápido de lo esperado
Sin embargo, en pruebas como absorción de agua y pH de los materiales, todos los modelos obtuvieron calificaciones excelentes. Esto indica que, al menos, los materiales permiten que el pie respire y no se irrite.
¿Qué marcas salieron mejor?
En la prueba de resistencia al desgarre, estos modelos destacaron con calificación excelente:
Por otro lado, los modelos Coqueta 38700, Audaz 80606 y Karsten 85913-3A apenas alcanzaron una calificación suficiente en esa categoría
¿Y el desgaste?
Algunos modelos mostraron desgaste más rápido en la suela, como:
Pero también hubo buenas noticias. Modelos como Elefante 10506-001, Rokino 3221, Dogi 9703 y varias versiones de Yuyin y Confratelli demostraron tener piel gruesa, lo que garantiza mayor durabilidad
Recomendaciones de Profeco para elegir mejor
Además del análisis técnico, Profeco compartió varios consejos prácticos para hacer una compra más informada:
Además, advirtieron que los forros sintéticos pueden generar incomodidad, por el calor y la falta de ventilación, así que vale la pena considerar modelos con materiales más amigables al uso prolongado
Invertir en un buen par de zapatos escolares es más que una compra: es cuidar el bienestar diario de quienes los usarán durante horas, en clases, juegos y trayectos.
Y con estos datos en mano, ahora sí, a caminar con paso firme rumbo al nuevo ciclo escolar.