Este lunes 30 de junio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó como un logro "muy importante" la reducción al 1% del impuesto propuesto a las remesas en Estados Unidos, después de que inicialmente se planteara un cobro del 3.5%.
El nuevo gravamen aplicaría únicamente a las transferencias en efectivo, cheques o giros postales, dejando exentas a las transferencias electrónicas.
Este cambio es resultado de la presión ejercida por la comunidad migrante mexicana en Estados Unidos, especialmente de quienes tienen doble nacionalidad y enviaron cartas a sus senadores para manifestar su rechazo a la propuesta del presidente Donald Trump. Según explicó Sheinbaum, fue gracias a estos esfuerzos que se logró reducir el porcentaje del impuesto.
Para quienes tienen familia en Estados Unidos y dependen del envío de dinero, esta modificación representa un alivio. En 2024, México recibió casi 65 mil millones de dólares en remesas, lo que equivale a casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Se trata de una fuente clave de ingreso para millones de familias mexicanas, especialmente en zonas rurales o con altos niveles de pobreza.
Además, la presidenta aclaró que más del 90% de las remesas llegan por medios electrónicos, lo que significa que no tendrán ningún impuesto, ya que el nuevo gravamen del 1% solo aplicaría a las que se envían en efectivo. Esto quiere decir que si tú o tu familia reciben dinero a través de una app o transferencia bancaria, no verán afectado el monto que reciben.
Sheinbaum también anunció que su gobierno presentará este viernes un programa especial a través de la tarjeta Finabien (Financiera para el Bienestar), con el que buscarán reembolsar ese 1% en los casos donde sí se llegue a aplicar. Aunque la propuesta del impuesto aún está en fase de redacción legislativa, el Gobierno de México ya prepara medidas para proteger a los migrantes.
Esta propuesta de impuesto ha sido criticada por el Gobierno mexicano por violar el tratado bilateral firmado en 1994 contra la doble tributación. De aprobarse en su forma actual, aún con el 1%, afectaría a una parte menor de las remesas, pero abre un precedente preocupante para futuras decisiones fiscales sobre el dinero que los migrantes envían a sus familias.
Si tú o alguien cercano recibe remesas por transferencia electrónica, no tendrán que pagar impuesto. Si son enviadas en efectivo, es posible que se aplique un 1%, aunque el Gobierno mexicano buscará reembolsarlo. Es un tema que sigue en proceso legislativo en Estados Unidos, pero que ya ha generado respuesta y acciones desde México.