En los últimos años, Oaxaca ha visibilizado un proceso acelerado de gentrificación, transformando zonas tradicionales en áreas de alto costo de vida, y con ello un desplazando a sus habitantes originales.
Problemática social que de acuerdo a activistas no es nuevo, ya que Oaxaca por años ha vivido la apropiación de su cultura, sus textiles, sus artesanías y ahora sus tierras.
Dentro de los tipos de gentrificación la turística hace referencia a la transformación de barrios tradicionales por actividad comercial. que sustituye áreas productivas por otras de mayor valor que incrementa los precios de productos y de rentas de viviendas o espacios.
Los destinos ya detectados con gentrificación, son Oaxaca de Juárez, Santa María y Santa Cruz Huatulco, San Pedro Mixtepec y Puerto Escondido, donde recientemente todo indica un nuevo foco rojo, y es que la joya del Pacífico ha excedido su capacidad, los visitantes extranjeros se incrementaron casi en 145% con relación al 2021 pues después de la pandemia, muchos se quedaron a vivir ahí de forma indefinida.
Los datos, aunque limitados, exponen que la gentrificación es un hecho palpable en Oaxaca, con más de 22 mil extranjeros con residencia legal, un incremento del 403% en los últimos 20 años, con visitas frecuentes de Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
Barrios tradicionales como Xochimilco y Jalatlaco, antes accesibles, ahora enfrentan rentas que superan los 35,000 pesos mensuales, cuando anteriormente rondaban los 5,000 pesos.
La ausencia de regulaciones sobre plataformas de hospedaje como Airbnb ha contribuido al fenómeno, con más de 8,000 alquileres registrados en la ciudad de Oaxaca.
Dicho panorama ha llevado a distintas reacciones sociales, desde protestas, marchas y encuentros sociales, siendo el ultimo, en el mes de julio, el Encuentro Nacional contra la Gentrificación, donde se recordó que al menos 6 activistas ha sido detenidos por protestar contra este fenómeno.