El próximo domingo 1 de junio de 2025, México vivirá una jornada electoral inédita: por primera vez, casi 100 millones de ciudadanos están convocados a las urnas para elegir a jueces, magistrados y ministros que conformarán el Poder Judicial, incluyendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal de Disciplina Judicial y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Este proceso, que involucra 881 cargos a disputarse entre más de tres mil candidatos, representa un cambio profundo en la manera en que se designan los máximos responsables de la justicia en el país.
En medio de la recta final de la campaña, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha hecho un llamado enfático a la ciudadanía para que acuda a votar. Desde el Palacio Nacional, la mandataria subrayó que la participación en las urnas es una muestra de que el pueblo es quien toma las decisiones en México.
"Llaman a no votar y creen que su campaña, la de no votar, va a tener impulso o asidero en el pueblo. No, la gente va a ir a votar libremente y nos corresponde a todos los ciudadanos ejercer nuestro derecho ese día", declaró Claudia Sheinbaum
El ambiente previo a las elecciones se ha visto marcado por una campaña en redes sociales que promueve la abstención.
De acuerdo con la presidenta, esta iniciativa busca desalentar la participación ciudadana, aunque ella considera que no logrará su objetivo y que la gente acudirá a votar con libertad.
Sheinbaum atribuye estos esfuerzos a sectores opositores que, según sus palabras, mantienen una postura crítica tanto hacia su gobierno como hacia el movimiento político que representa.
La campaña electoral, que comenzó el 30 de marzo y concluye el 28 de mayo, ha estado acompañada de advertencias por parte de la oposición, organismos internacionales como la ONU, así como de jueces en funciones y organizaciones civiles
Estas voces han expresado preocupación ante la posibilidad de que el Ejecutivo federal o incluso grupos criminales intenten influir en el proceso electoral, lo que ha generado un clima de vigilancia y debate sobre la integridad de los comicios.
A pesar de estos señalamientos, Sheinbaum ha reiterado su compromiso de mantenerse cercana a la población y de no traicionar el mandato social que, asegura, la llevó al poder tras años de lucha política.
En este contexto, la elección del 1 de junio se perfila como un momento crucial para la democracia mexicana, en el que la participación ciudadana será clave para definir el rumbo del sistema judicial y, en última instancia, del país.